❤️🔥 Empezar a vivir (y currar) en pareja en la furgo: suena bonito… ¿pero es fácil?
Pasar de compartir una casa a compartir una camper puede parecer un paso lógico si te llevas bien con tu pareja. Pero cuando esa furgoneta se convierte en tu oficina, tu comedor, tu dormitorio y tu baño… la cosa cambia y vivir en pareja en furgoneta, quizás no sea para todo el mundo. Nosotros, después de años trabajando por separado —cada uno con su espacio, sus horarios y sus neuras— decidimos embarcarnos en un proyecto común. Spoiler: no era tan fácil como parecía. Al principio todo es emoción. Vistas al mar, desayunos al sol, el perro tumbado feliz a tu lado. Pero pronto llega ese día en el que uno quiere ponerse a editar vídeo, el otro solo piensa en dormir un rato más… y el portátil no cabe en la mesa porque hay una sandía ocupando medio comedor. Bienvenidos al maravilloso caos de vivir en pareja en furgoneta.🧠 Dos cabezas, una furgo… y mil maneras distintas de funcionar
Trabajar juntos significa mucho más que tener un proyecto común. Significa aprender a respetar el ritmo del otro. En nuestro caso, uno es más “todo para ayer” (Jota), y la otra es más de respirar hondo y decir: “tranquilo, no pasa nada si no está perfecto hoy” (Belén). En días buenos, es fácil: —“¿Tú haces los clips de hoy?” —“Sí, y yo edito el reel.” —Y cada uno con su tablet, su portátil, su café. Todo fluye. Pero en los días malos… —“Eso lo iba a hacer yo.” —“Ya, pero es que te he visto mirando el móvil.” —“¡Es que estaba buscando inspiración!” Y así, la inspiración se convierte en exasperación, y el silencio solo se rompe con el golpeteo intenso de un teclado (y alguna mala cara).⏳ vivir en pareja en furgoneta: El tiempo, tu mejor amigo… o tu verdugo

🧺 Reparto de tareas: la base de toda convivencia (y la chispa de más de una discusión)
Aquí no hay lavavajillas, ni robot aspirador. Hay manos, voluntad y una rutina que, si se respeta, evita muchas discusiones innecesarias. Nosotros tenemos más o menos claro lo que le toca a cada uno:- Belén monta la cama y se encarga de la ropa y lavandería (nivel manía).
- Jota cocina y se encarga de que toda la compra quepa en su tetris personal dentro de la furgo.
- Uno hace la compra, el otro limpia.
- Uno planifica, el otro improvisa.
🧘♀️ Espacio personal: sí, incluso en 8 m²
La clave para no acabar discutiendo por tonterías está en respetar los momentos de silencio y de espacio. Aunque físicamente no podamos estar lejos, emocionalmente sí se puede crear ese espacio. Hay días en los que uno está de bajón, necesita pensar o simplemente quiere estar en silencio. No pasa nada. Estar juntos no significa estar hablando todo el rato. Significa saber cuándo callar, cuándo dar un paseo, cuándo hacer una broma… y cuándo mirar al otro y decir: “¿Te apetece que lo dejemos todo y vayamos a ver el atardecer?”.🧩 Somos diferentes, y eso es una ventaja
Uno es más de listas, estructura, objetivos y eficiencia. El otro es más de fluir, improvisar y disfrutar el proceso. ¿Choca? Claro. Pero también se complementa. Belén pone cordura cuando Jota se obsesiona con tener todo listo para ayer. Y Jota tira del carro cuando el ritmo natural se acerca al de una tortuga en modo zen. Nos equilibramos, aunque haya momentos en los que queramos lanzarnos los trastos (o los tuppers) a la cabeza.😅 No, no siempre es fácil vivir en pareja en furgoneta… pero merece la pena
¿Hay días en los que nos enfadamos? Por supuesto. ¿Días en los que uno se va a dar un paseo para no gritar? También. Pero al final, cuando nos miramos y vemos todo lo que hemos construido juntos, sabemos que merece la pena. Vivir y trabajar en pareja en una furgoneta es un reto, pero también una oportunidad única de conocerse de verdad, de superarse y de reírse mucho por el camino.🎯 Consejos reales para no acabar a gritos en la camper y vivir en pareja en furgoneta
- Asignad roles claros, pero con flexibilidad. Nada mata más la convivencia que la frase “eso no me toca”.
- Respetad los momentos de no hacer nada. El descanso también es parte del trabajo.
- Hablad cuando algo moleste. El silencio pasivo-agresivo solo funciona en películas de terror.
- Tened un espacio común de trabajo… y otro individual. Aunque sea simbólico.
- Celebrad los logros juntos, por pequeños que sean.
- No os olvidéis de ser pareja. Antes que socios, compañeros de contenido o editores de vídeo, sois eso: una pareja que se quiere.
❓ Preguntas frecuentes
¿Es buena idea trabajar con tu pareja en una furgoneta camper?
Trabajar con tu pareja en una furgoneta camper puede ser una experiencia enriquecedora si se gestiona con comunicación, paciencia y respeto. Compartir un proyecto común fortalece el vínculo, pero también pone a prueba la convivencia. Lo más importante es establecer rutinas, asignar tareas, tener espacios individuales y aceptar que no todos los días serán fáciles. Si ambos están comprometidos con el estilo de vida, puede ser una gran aventura tanto personal como profesional.
¿Cómo evitar discusiones cuando vives y trabahas en pareja en furgoneta?
La clave está en anticiparse a los roces más comunes. Es recomendable pactar desde el principio qué tareas realiza cada uno, definir horarios de trabajo y, sobre todo, respetar el espacio emocional del otro. También ayuda tener momentos de desconexión sin hablar de trabajo y aprender a reírse de las pequeñas crisis cotidianas. Las discusiones son inevitables, pero una buena comunicación ayuda a que no escalen.
¿Qué problemas pueden surgir al trabajar en pareja en espacios pequeños como una furgoneta?
Los más habituales son la falta de espacio personal, la diferencia de ritmos y estilos de trabajo, y la dificultad para separar la vida laboral de la personal. También pueden surgir tensiones si uno de los dos tiene un día menos productivo o si el entorno (como un lugar espectacular) invita a desconectar en lugar de trabajar. Por eso es importante marcar límites y entender que cada persona necesita su propio tiempo y forma de trabajar.
¿Cómo organizar el trabajo si ambos trabajan desde la furgoneta?
Una buena organización pasa por planificar semanalmente las tareas y turnarse en el uso de los espacios clave (como la mesa de trabajo). También es útil usar auriculares si uno tiene reuniones o grabaciones, y definir bloques de trabajo con descansos compartidos. Herramientas como calendarios compartidos o apps de tareas ayudan a no pisarse y a que cada uno sepa qué le toca hacer. La flexibilidad y la comprensión son fundamentales.
¿Qué pasa si uno quiere trabajar y el otro quiere descansar o disfrutar del lugar?
Es muy común, sobre todo cuando estás en lugares increíbles. En estos casos es fundamental hablarlo sin reproches. Una buena opción es pactar qué horas se destinan al trabajo y cuáles al ocio. También es válido que uno disfrute del momento mientras el otro trabaja, siempre que haya respeto mutuo y no se convierta en una fuente constante de conflicto. Todo se puede negociar si hay empatía y confianza.
¿Vale la pena emprender un proyecto común como pareja viajera?
Definitivamente sí, pero no es para todo el mundo. Emprender juntos permite compartir logros, apoyarse en momentos difíciles y crear algo propio desde cero. Sin embargo, requiere esfuerzo, compromiso, autocrítica y mucho diálogo. Si ambos tienen clara la meta y están dispuestos a crecer juntos, puede ser una de las decisiones más gratificantes de su vida. Lo importante es que el proyecto no se lleve por delante la relación, sino que la potencie.
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2kti01