Hola, somos Belén, Jota y Dante…

En realidad, también somos cuatro. Zadok, nuestro compañero de vida y aventuras, nos acompañó hasta el último día antes de este gran cambio. Cruzó el arcoíris justo antes de arrancar el motor hacia nuestra nueva vida. Fue un golpe duro, pero sabemos que sigue con nosotros en cada paso, en cada kilómetro y en cada risa en mitad de la nada.

Un día, simplemente, decidimos parar. Dejar de correr detrás de una vida que no nos pertenecía. Vendimos nuestra casa, nuestro coche y cada objeto que no cabía en una mochila. Apostamos por algo que no se compra: nuestro tiempo.

Desde entonces vivimos, trabajamos y soñamos en nuestra furgoneta camper. Un cambio radical para muchos, pero el más lógico para nosotros: despertar con un paisaje nuevo, vivir más ligeros por fuera y más libres por dentro, y elegir cada día nuestro rumbo.

Creemos que la verdadera locura es seguir en piloto automático esperando resultados distintos. Por eso rompimos con la rutina y elegimos la carretera.

Hoy, tras un año de viaje, seguimos aprendiendo a desaprender: a improvisar, a fallar sin miedo, a saborear la calma. Y lo contamos como es: sin filtros, sin postureo, sin vender humo. Si lo recomendamos es porque lo hemos probado. Si lo vivimos, lo compartimos. Tal cual.

En Destino Camper mostramos lo bueno, lo malo y lo inesperado, porque creemos en la conexión real. Queremos que, al leernos o vernos, sientas que viajas con nosotros, que formas parte de esta aventura y que no estás solo.

Gracias por subirte a bordo. Bienvenido a Destino Camper. Aquí empieza tu viaje.