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cómo trabajar viajando en ruta al aire libre

Cómo trabajar viajando en ruta (y los errores que debes evitar)

por Destino Camper

Cómo trabajar viajando en ruta:

Nuestra experiencia real trabajando desde la furgoneta: lo que nadie te cuenta

 

Trabajar viajando suena espectacular y hoy te vamos explicar cómo trabajar viajando en ruta sin cagarla, basicamente. Despertarte frente a un lago, desayunar con vistas al mar, sacar el portátil desde cualquier lugar del mundo… pero cuando bajas la cámara de Instagram y lo vives en primera persona, descubres los problemas reales que hay detrás.

Nosotros llevamos tiempo viviendo y trabajando en ruta, desde nuestra camper, y sí: lo hemos disfrutado muchísimo. Pero también hemos cometido errores serios que, si los hubiésemos evitado desde el principio, nos habrían ahorrado mucho estrés.

Por eso en este artículo te contamos cómo trabajar viajando en ruta sin caer en los mismos errores que cometimos y seguimos cometiendo. Te lo decimos desde la experiencia directa, no desde la teoría bonita.

 

🌞 Primero: No establecer un horario de trabajo claro desde el inicio

 

Este fue, sin duda, el primer gran error.

Cuando empezamos a vivir viajando, cada mañana amanecíamos en lugares espectaculares. El paisaje, la tranquilidad y la sensación de libertad absoluta hacían que pospusiésemos las tareas pensando: “ya lo haré más tarde”, “total, tenemos todo el día por delante”. El problema es que ese «luego» se repetía una y otra vez. El trabajo se acumulaba, las tareas pendientes nos sobrepasaban, y al final terminábamos estresados.

Así estuvimos meses, atrapados en un bucle de procrastinación. Hasta que por fin tomamos la decisión más importante: establecer un horario fijo de trabajo diario.

Hoy trabajamos unas 4 horas al día, con tareas bien repartidas entre los dos. Cada uno sabe qué debe hacer, cuándo hacerlo y cómo organizar su jornada. Este pequeño cambio ha supuesto:

 
  • Mucho menos estrés.
  • Mayor productividad.
  • Y paradójicamente, más tiempo libre para disfrutar realmente de los sitios donde estamos.
 

👉 En la vida nómada, la libertad total puede ser el peor enemigo de la productividad si no la gestionas.

 

🌍 Segundo: No planificar bien la conexión a Internet (y cómo lo solucionamos)

 

Otro error clásico: pensar que mientras haya cobertura móvil, ya puedes trabajar desde cualquier parte. Spoiler: NO.

 

La cobertura móvil es caprichosa. Puedes estar en medio de la nada con buena señal… y quedarte sin conexión a escasos kilómetros de una ciudad. Además, la velocidad fluctúa constantemente: un día subes vídeos sin problema, al siguiente no puedes ni abrir el correo.

 

Aquí es donde dimos un salto de calidad incorporando Starlink Mini.

 

Ahora mismo Starlink ha sido el gran cambio:

 
  • Latencia baja, conexión estable incluso en zonas remotas.
  • Sin limitación real de datos.
  • Podemos hacer videollamadas, subir vídeos pesados y trabajar como si estuviésemos en una oficina estable.
 

Además, seguimos manteniendo:

 
  • Router 4G/5G con antena exterior como respaldo.
  • Tarjetas SIM de varios operadores por si Starlink falla o nos movemos rápido.
  • Spots previamente analizados cuando tenemos tareas críticas.
 

👉 Hemos contado en detalle cómo gestionamos la conexión a Internet viajando en furgoneta en este artículo.

 

Este punto marca una diferencia abismal entre frustración y poder trabajar realmente bien viajando.

 
cómo trabajar viajando en cuidado con la energia

Mucho cuidado tener la placa de esta forma y querer tener energía

🔋 Tercero: No calcular correctamente las necesidades energéticas (y confiar en un mal camperizador)

 

Aquí cometimos un error serio desde el principio, y lo arrastramos durante meses.

 

Al camperizar, le dejamos en manos del profesional lo que le habíamos especificado, pero instaló el sistema más justo posible: poca capacidad solar, batería limitada y escaso margen para el consumo que realmente íbamos a tener.

 

¿El resultado?

 
  • Nos quedábamos sin energía muchos días.
  • No podíamos trabajar durante largas sesiones.
  • Limitaba incluso nuestra movilidad porque teníamos que buscar lugares para recargar.
 

Con el tiempo tuvimos que rehacer casi todo el sistema eléctrico, esta vez adaptado a nuestras necesidades reales de trabajo remoto:

 
  • 410W en placas solares.
  • 400Ah de batería de litio.
  • Controladores de carga inteligentes.
  • Sistemas de monitorización para ajustar consumos diarios.
  • Margen para cargar equipos de vídeo, portátiles, cámaras y trabajar durante horas sin preocuparnos.
 

👉 Si planeas trabajar viajando en ruta, nunca subestimes tu consumo real de energía. Calcula siempre con margen.

 

🚫 Cuarto: Elegir mal los lugares desde donde trabajar

 

Instagram está lleno de fotos espectaculares: el portátil en la playa, vistas de montaña, naturaleza de fondo… pero la realidad es otra.

 
  • El sol directo hace imposible ver la pantalla.
  • El viento te mueve el portátil, los papeles, incluso el café.
  • La arena o la humedad amenazan tus equipos.
  • El ruido o la falta de intimidad pueden destrozar una videollamada.
 

Nosotros, después de varios experimentos fallidos, hemos aprendido a priorizar:

 
  • Sombra siempre que sea posible.
  • Zonas resguardadas de viento.
  • Controlar la cobertura de red antes de instalarse.
  • Utilizar cafeterías, bibliotecas o espacios cerrados cuando necesitamos sesiones críticas de trabajo.
 

👉 El sitio bonito no siempre es el sitio productivo. Y trabajar viajando en ruta es, al final, TRABAJAR.

 

👫 Quinto: No definir desde el principio la organización en pareja

 

Trabajar juntos en pocos metros cuadrados tiene su magia… y sus tensiones.

 

Al principio, nos pillábamos continuamente: llamadas solapadas, ruidos de teclado mientras el otro editaba audio, discusiones tontas por quién necesitaba el silencio primero.

 

Hoy lo gestionamos así:

 
  • Si uno tiene videollamadas, el otro sale de la furgo o trabaja fuera.
  • Bloques de concentración pactados.
  • Distribución clara de tareas para que ambos trabajemos sin agobiarnos.
  • Comunicación constante sobre lo que cada uno necesita en cada jornada.
 

👉 El espacio es pequeño. La organización y la empatía deben ser muy grandes.

 

💼 Sexto: No diversificar los ingresos (y cómo lo hacemos ahora)

 

Cuando empezamos, dependíamos de pocos clientes. Bastaba un retraso en los pagos para que el estrés subiese en segundos.

 

Hoy lo tenemos mucho más diversificado:

 
  • Freelance para clientes remotos.
  • Creación de contenido para Destino Camper.
  • Creación de contenido para Destino Urbex (nuestro otro proyecto).
  • Colaboraciones y afiliación seleccionadas y 100% honestas.
  • Gestión de redes y pequeños servicios remotos que podemos asumir en ruta.
 

👉 En la vida nómada, depender de una sola fuente de ingresos es jugar al filo del precipicio.

 

🧠 Séptimo: Olvidar la salud mental y los momentos de desconexión real

 

Una trampa muy común: pensar que, como viajas constantemente, ya estás desconectando. Error.

 

El trabajo en ruta también genera estrés acumulado:

 
  • Problemas técnicos.
  • Plazos de entrega.
  • Desajustes de horarios.
 

Ahora lo tenemos claro:

 
  • Desconexiones planificadas (aunque estemos en sitios preciosos).
  • Tiempo libre real para pasear, explorar o simplemente no hacer nada.
  • Pequeñas rutinas de deporte diario.
  • Aprender a apagar el portátil sin remordimientos.
 

👉 Vivir viajando no elimina el estrés si no aprendes a gestionarlo.

 

📦 Octavo: Llevar demasiado equipo (y terminar ahogados de material)

 

Otro error típico al arrancar: cargar por si acaso.

 

Llevábamos:

 
  • Cámaras grandes.
  • Trípodes pesados.
  • Micros redundantes.
  • Iluminación de todo tipo.
 

Resultado: ocupábamos media furgo solo en equipo, y movíamos kilos innecesarios.

 

Hoy aplicamos:

 
  • Equipos ligeros pero profesionales.
  • Accesorios mínimos pero versátiles.
  • Duplicados solo de los accesorios críticos (cables, discos, cargadores).
  • Organización optimizada para montar y desmontar rápido el set de trabajo.
 

👉 Optimizar equipo es ganar espacio, reducir peso y vivir mucho mejor viajando.

 

dia de lluvia en camper mientras trabajamos

🌦️ Noveno: No anticipar cómo afecta el clima al trabajo diario

 

Parece una tontería hasta que lo vives.

 
  • Lluvia durante días = furgo saturada, imposibilidad de salir, estrés por falta de espacio.
  • Calor extremo = los dispositivos sufren, el trabajo mental se resiente.
  • Viento fuerte = afecta a la carga solar, a trabajar en exterior e incluso al propio descanso.
 

Hoy tenemos:

 
  • Spots alternativos según previsión meteorológica.
  • Sistemas de ventilación forzada.
  • Toldos, sombrillas y aislamientos térmicos.
  • Estrategias de trabajo interior planificadas.
 

👉 El clima manda, y anticiparlo te salva muchos días malos.

 

🔧 Décimo: No tener plan B cuando todo falla (porque siempre falla)

 

Y sí, fallos los hay siempre:

 
  • Te quedas sin datos.
  • Hay cortes de luz.
  • Fallan los cargadores.
  • O simplemente tu portátil decide no arrancar.
 

Hoy viajamos con:

 
  • Powerbanks grandes de alta capacidad.
  • Datos móviles de varios operadores como red de seguridad.
  • Adaptadores y configuraciones para poder trabajar en cafeterías o coworkings.
  • Un pequeño kit de herramientas para reparar problemas menores.
 

👉 Tener margen es lo que te permite seguir trabajando incluso en los peores días.

 

Errores inesperados que aprendimos trabajando en ruta

 

Por mucho que planifiques antes de lanzarte a vivir y trabajar en ruta, siempre aparecen imprevistos que nadie te cuenta. Estos son algunos de los errores más inesperados que nos hemos ido encontrando y que hoy, con la experiencia real encima, hubiéramos gestionado de forma muy distinta desde el principio.

 

❌ Depender de trabajos sin margen horario

 

Al principio asumimos trabajos que exigían horarios muy fijos o reuniones diarias a horas concretas. ¿El problema? Cuando estás viajando, las condiciones de conexión, climatología o simplemente el entorno no siempre te permiten cumplir con horarios rígidos.

 

Hoy priorizamos trabajos que nos permiten flexibilidad horaria: entrega por bloques, tareas asincrónicas y clientes que entienden este estilo de vida. Eso nos da margen para adaptarnos si una mañana nos quedamos sin datos o si un spot que parecía perfecto resulta ser un desastre.

 

❌ No tener un presupuesto para imprevistos técnicos

 

Una cámara que deja de grabar, un disco duro que falla, un portátil que empieza a reiniciarse solo… Todo esto nos ha pasado. Y si tu fuente de ingresos depende de ese equipo, el estrés que genera es brutal.

 

Ahora siempre destinamos un pequeño fondo de emergencia solo para equipamiento técnico. Sabemos que tarde o temprano algo va a fallar. Tener el margen económico para repararlo o reemplazarlo al momento es lo que marca la diferencia entre poder seguir trabajando o tener que parar durante días o semanas.

 

❌ No valorar el desgaste mental de los traslados constantes

 

Al principio queríamos cambiar de spot cada pocos días. La ilusión de conocer sitios nuevos nos hacía movernos constantemente. Pero cada traslado implica buscar agua, repostar, localizar cobertura, cuadrar horarios de trabajo, reorganizar todo dentro de la furgo… y eso termina quemando.
Hoy buscamos estancias más largas, planificamos spots por semanas en lugar de días y reducimos mucho los movimientos innecesarios. La estabilidad física ayuda directamente a mantener la estabilidad mental y laboral.

 

❌ Subestimar lo que consume la edición de vídeo

 

Una de nuestras principales fuentes de ingresos es la creación de contenido. Grabar es solo el 20% del trabajo: el 80% restante es edición, exportación, backups, subida de archivos pesados… Y eso requiere tiempo, batería, almacenamiento y sobre todo, conexión estable.

Al principio no calculamos bien lo que supone trabajar con archivos de vídeo pesados desde una camper. Ahora contamos siempre con:

 
  • Discos SSD rápidos para edición.
  • Almacenamiento externo de seguridad.
  • Powerbanks de alta capacidad para los días sin sol.
  • Starlink Mini como base de subida de contenidos pesados.
  • Software de optimización de exportación para reducir tamaños sin perder calidad.
 

❌ No tener un sistema de backup profesional desde el minuto uno

 

Perder un archivo de cliente, un proyecto de vídeo o fotos importantes por no tener backup es un drama que hemos vivido. Hoy seguimos una rutina muy estricta:

  • Backups diarios en disco local duplicado.
  • Backups semanales en la nube (cuando la conexión lo permite).
  • Control de versiones para no perder avances de edición.
 

Es mucho más sencillo prevenir que intentar recuperar datos en mitad de un bosque o en otro país.

 

❌ Olvidar que los spots «perfectos» pueden ser desastrosos para trabajar

 

Nos ha pasado: llegar a un sitio increíble, playa solitaria, vistas de montaña… pero resulta tener:

 
  • Viento constante que mueve todo el equipo.
  • Humedad que afecta a cámaras y portátiles.
  • Insectos (mosquitos, avispas) que hacen imposible la concentración.
  • Problemas de cobertura imprevisibles.

Hoy, cuando elegimos un spot para trabajar, lo valoramos por criterios técnicos antes que estéticos. Los atardeceres bonitos los dejamos para después de haber entregado los proyectos.

 

Conclusión: Trabajar viajando en ruta es posible, pero no improvises

 

Si te quedas solo con lo bonito de trabajar viajando en ruta, probablemente termines frustrado al poco tiempo. Sí es posible. Sí es brutalmente enriquecedor. Pero necesita planificación, organización y mucha autogestión. 

Nuestra experiencia ha sido el mejor aprendizaje: cometer errores, ajustar, optimizar… y seguir mejorando cada semana.

Si hoy volviésemos a empezar, haríamos todo esto desde el minuto uno. Ahora esperamos que tú puedas arrancar mucho mejor preparado que nosotros.

 

🚀 ¿Quieres más consejos reales sobre vanlife?

 

En Destino Camper seguimos compartiendo lo que realmente funciona (y lo que no) para vivir viajando sin postureos.

 

👉 Descubre más en nuestros artículos sobre cómo organizar la vanlife real.

 

❓ Preguntas frecuentes de cómo trabajar viajando en ruta

 

¿Realmente se puede trabajar viajando en ruta durante largos periodos?

Sí, pero no es tan simple como muchos lo venden. Trabajar viajando en ruta es perfectamente viable, pero necesita planificación: buena conexión a Internet, un sistema energético fiable, rutinas de trabajo bien definidas y mucha capacidad de adaptación a los imprevistos. Nosotros llevamos meses haciéndolo y hemos aprendido (muchas veces a base de errores) cómo organizarlo todo para que funcione de verdad.

 

¿Cuál es el mejor sistema de Internet para trabajar viajando en camper?

En nuestro caso, Starlink Mini ha sido el gran salto de calidad. Nos permite trabajar incluso en zonas remotas con estabilidad y sin preocuparnos del límite de datos. Lo combinamos con routers 4G/5G, antenas externas y tarjetas de distintos operadores para tener siempre un plan B. Sin una buena conexión, trabajar viajando puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza.

 

¿Qué errores hay que evitar al camperizar si quieres trabajar viajando?

El mayor error es subestimar las necesidades energéticas. Nuestro primer camperizador instaló lo mínimo, y rápidamente nos quedamos cortos. Es vital sobredimensionar la batería, las placas solares y toda la instalación pensando en un uso intensivo: portátiles, cámaras, routers, cargadores… Rehacer el sistema después es caro, complejo y muy incómodo si ya estás viajando.

 

¿Cómo afecta el clima al trabajo en ruta?

Mucho más de lo que uno imagina antes de salir. La lluvia puede saturar el interior y obligarte a trabajar en espacios muy reducidos, el calor afecta al rendimiento de los equipos electrónicos, y el viento puede inutilizar los spots exteriores y reducir la carga solar. Por eso planificamos siempre alternativas: ventilación forzada, toldos, sombra, y rutas alternativas si la previsión meteorológica se complica.

 

¿Cómo organizarse para trabajar en pareja dentro de la furgoneta?

La clave es la comunicación diaria y la flexibilidad. Nosotros pactamos bloques de trabajo, turnos para llamadas, zonas diferenciadas dentro o fuera de la furgo, acuerdos sobre tareas diarias y reglas claras. Si no se organiza bien, es muy fácil que pequeños roces diarios afecten al trabajo y al propio viaje.

 

¿Qué equipo mínimo recomendáis llevar para trabajar viajando?

Cuanto menos volumen, mejor. Nosotros llevamos: portátiles potentes pero compactos, cámaras ligeras pero de calidad, trípodes pequeños, micrófonos versátiles, discos duros de backup, cables y cargadores duplicados (son lo primero que suele fallar). No sobrecargamos la furgo con material innecesario. Optimizar el equipo es clave para vivir cómodos y trabajar sin complicaciones.

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