La otra cara de la vida en furgoneta y las verdades incómodas de la vanlife que no sueles ver en Instagram
La vanlife. Esa vida perfecta que ves en Instagram: playas desiertas, desayunos con vistas, amaneceres idílicos desde la cama. Pero… ¿y la parte que no se enseña? ¿Las pequeñas miserias del día a día? ¿Los dramas mecánicos? ¿Las discusiones por un trapo de cocina? Hoy venimos a contarte las 100 verdades incómodas de la vanlife. Sin filtros. Sin postureo. Porque sí: vivir en una furgo es increíble… pero no es todo color de rosa. Prepárate, que vienen curvas (y no solo en la carretera). Si alguna vez te has preguntado cuáles son las verdades incómodas de la vanlife que no se enseñan en Instagram, aquí las tienes. Prepárate, porque vas a descubrir más de las que imaginas.
Higiene y pequeñas miserias
1. Cagarás en una bolsa y lo sabes.
Llámalo baño seco si lo prefieres. Presume todo lo que quieras de tu Trelino tope de gama, pero seguirás cagando en una bolsa, eso es así.
2. Ducharte cada día es un lujo.
En invierno, una utopía. En verano… busca una playa o un río, jajaja. No siempre tendrás agua cuando la necesitas. No mientas! No te duchas cada día y no pasa nada.
3. Descubrirás que tu pareja también tiene gases.
¡Sorpresa! En 5m² no hay secretos, ni ventilación suficiente, ríete, ríete…
4. El baño seco es genial… ¡qué descubrimiento!
Hasta que toca vaciarlo y ves todo eso cara a cara. ¿Eso ha salido de mí? Ese día te replanteas la vida entera.
5. Habrá días en los que tu ducha será un paquete de toallitas húmedas con desodorante
Bienvenido al glamour nómada. Podrás decir que no te ha pasado, que tu eres especial, pero te ha pasado!!
6. Te ducharás en chanclas… en duchas de polígono y gasolineras (Santiguandote primero)
Y rezarás por no pillar tifus o algo peor.
7. Aprenderás a mear en botella (ellos) o con el chisme ese de silicona (ellas).
Porque a veces llueve. Y mucho. Te quedrás sin espacio para la orina ni donde tirarla y tocará improvisar. (benditas botellas de plástico)
8. Lo que más te ilusionará de una gasolinera será… el baño limpio.
Vas perdiendo prioridades en la vida.
9. Ducharte al aire libre es liberador… hasta que pasa un ciclista justo en ese momento, ese en el que no debe pasar nadie.
¡Hola! Momento incómodo. (Para los atónitos, ducharse al aire libre no quiere decir usar petroleo, tóxicos, etc (llámalo refrescarse si quieres)
10. Te lavarás el pelo bajo la pica de la cocina.
¿A quien le apetece sacar todo lo que hay en el baño para lavarse el pelo? A mi no, así que a la pica.
11. No todos los sitios donde puedes aparcar tienen agua.
Y eso lo descubrirás justo cuando más la necesitas.
12. El váter portátil se convertirá en tu posesión más preciada.
Y sí, hablarás de él en cenas con amigos. Hasta que te digan — ¡Anda! Cagas en una bolsa! — y se acabe la conversación
13. Un buen ambientador es tan importante como el gas o el agua.
Prioridades bien claras. Aquí no huele mal.
14. ¡Si vives en la furgo y dices que cambias las sabanas cada semana mientes! jajajaja 😉
Esto ya no es como en casa, y no siempre tendrás la posibilidad de hacerlo.
15. Habrá días en los que no sepas de dónde viene el olor en la furgo.
Spoiler: de varias partes.
16. Te emocionarás cuando alguien te entienda sin juzgar.
¡Otro vanlifer de verdad!
17. El primer día que limpies el baño seco… llorarás un poco por dentro.
No pasa nada, nos ha pasado a todos.
18. Montarás tus primeros tenderetes
Nadie acampa pero todos sacan sillas, mesas y lo que surja…
Averías, dramas mecánicos y sorpresas sobre ruedas
19. Averiarse en mitad de la nada es cuestión de tiempo.
Y sí, siempre pasa cuando no tienes cobertura.
20. El check engine se encenderá (ese chivato amarillo con forma rara)… el día antes de vacaciones, incluso el mismo día.
Ley de Murphy camper.
21. Llenar de gasoil y que se desborde… o te escupa medio deposito, como nos pasó a nosotros.
Y el olor no se va. Nunca.
22. El día que se te quede la furgo sin batería recordarás este post.
Todo lo que puede salir mal, saldrá mal.
23. Tu camperización no es perfecta.
Ni la de nadie. Prepárate para ruidos, cosas que se sueltan y más. Nuestra camperización, que os vamos a contar…
24. Algún mueble se romperá a los dos meses.
Garantizado. Especialmente si era “hecho a mano con amor”.
25. Aprenderás a improvisar reparaciones con cinta americana.
MacGyver estaría orgulloso. Hay gente en youtube con un destornillador y varias puntas que te camperiza camiones.
26. La calefacción estacionaria fallará… la noche más fría.
Empiezas a acordarte de la descendencia de Murphy.
27. Se te olvidará cerrar las aguas grises y dejarás un precioso rastro que no sabrás de dónde viene.
El camino de la vergüenza jajaja si es que entre válvula automática, no querer hacer esperar al resto, y ser tan novatos, pasa factura. Perdón mundo, nos fustigaremos.
28. Aprenderás a cambiar fusibles como un pro.
Porque lo harás más veces de las que crees.
29. Tendrás una fuga que no sabes de dónde viene.
Y tardarás semanas en descubrirlo.
30. Un día te dejarás una claraboya abierta… y lloverá.
Lloverá mucho. Dentro y fuera.
31. El gas se acabará justo al empezar a cocinar.
Timing perfecto, como siempre.
32. El día que tengas que usar arrancador de batería te sentirás héroe.
Y luego te preguntarás por qué no lo compraste antes.
33. Los cajones SIEMPRE se abrirán en ese momento imposible durante el viaje, en el que lo único que puedes hacer es ver como se cierran y se abren sin parar.
¡Asegúralos bien!
34. La ropa mojada tarda días en secarse.
Incluso con sol.
Vida de pareja, soledad y salud mental
35. Discutirás con tu pareja… por el sitio del estropajo.
Sí, bienvenido al nivel experto en convivencia mínima.
36. Habrá días en que querrás salir a caminar… SOLO.
Y eso es sano. Muy sano.
37. El silencio en medio del bosque es precioso… hasta que da miedo.
Los ruiditos nocturnos te parecerán una peli de terror.
38. Un día sentirás que “necesitas paredes”.
Y eso no es traición: es humano.
39. El Wi-Fi te salvará la salud mental.
Porque a veces necesitas Netflix más que una ducha.
40. No tener espacio personal a veces quema.
Y es normal. No eres menos “vanlifer” por ello.
41. Dormirás fatal por ruidos externos… o internos.
Y lo compensarás con siestas épicas.
42. Pasarás días sin hablar con más humanos que tu pareja.
Modo ermitaño ON.
43. Habrá momentos de “¿por qué narices hacemos esto?”
Y eso forma parte del viaje.
44. La nostalgia golpea fuerte en cumpleaños o Navidades.
Aunque tengas la mejor vista desde tu cama.
45. Estarás más tiempo que nunca contigo mismo.
Y eso es tan bonito como duro.
46. Las reconciliaciones post-pelea en furgo son las mejores.
¡No hay sitio para rencores! literalmente, no hay sitio.
Admite que ya te han pasado unas cuantas… ¡y aún no hemos llegado ni a la mitad de estas verdades incómodas de la vanlife! Respira hondo, que seguimos con las verdades más “de pasta”…
Dinero y postureo
47. La vanlife NO es gratis, ni barata.
Spoiler: a veces es más cara que vivir en un piso. Cuando se juntan los astros, de recorrer muchos kilómetros, subida del diesel, seguro, averías, un camping porque no hay sol y tienes que cargar baterías sí o sí. Creíamos que esto no pasaba, pero… pasa, pasa…
48. Camperizar bien NO es barato.
Y camperizar barato… pasa factura. Aunque puedes camperizar caro y que te hagan nuestra camperización de mierda.
49. El gasóleo se come medio presupuesto.
Y sí, el precio sube justo cuando tú decides viajar.
50. La suscripción a Park4Night no es opcional.
Es supervivencia pura.
51. Las “colaboraciones” de Instagram muchas veces son un timo.
Y muchos productos ni los usan, pregunta antes de comprar. Algunos te anuncian 7 tipos de marcas de baterías y oye ¡que cosas! ¡todas son la mejor!
52. No todo el mundo vive de YouTube viajando.
De hecho, casi nadie y el que puede hacerlo, sabe lo que es trabajar y desvivirse de verdad.
53. El mantenimiento de la furgo es constante.
Y caro. Muy caro.
54. Acabarás comprando más gadgets de los que pensabas.
Y te faltará espacio para guardarlos.
55. El postureo vende y es bonito…
Pero la vida real en furgo es otra cosa.
56. “Minimalismo” es una palabra bonita.
Hasta que tienes que elegir entre dos chaquetas favoritas.
57. El equipamiento bueno cuesta caro.
Y el barato, a la larga, cuesta el doble.
58. Hay peajes que duelen más que tatuarse.
Sobre todo en Francia.
59. Tener un buen banco de energía es carísimo… pero necesario.
Sin energía no hay libertad.
60. Los imprevistos mecánicos se comen cualquier presupuesto.
Siempre. Sin excepción.
61. No todo el mundo entiende por qué dejas un trabajo estable.
Prepárate para explicarlo mil veces.
62. Trabajar remoto desde la furgo suena idílico.
Hasta que toca hacerlo con mal WiFi y sin batería.
Viajar con perros
63. Tu perro siempre querrá entrar en la furgo lleno de barro, mojado, sucio…
Es ley de vida camper.
64. Sacar al perro a las 3AM en un área de servicio no mola.
Pero toca. Y más de una vez.
65. Lidiarás con pelos en TODO.
En la cama, las mosquiteras, en la ropa… lo mismo que en casa pero a mayor escala 🙂
66. Los pelos se meten en las mosquiteras.
Y no salen. Nunca.
67. Encontrar veterinarios en ruta no es tan sencillo.
Y siempre que te haga falta, será en festivo.
68. Tu perro aprenderá a dormir en cualquier lado.
Tú tardarás un poco más.
69. El bebedero SIEMPRE se volcará.
Por mucha antideslizante que compres. El nuestro es anti salpicaduras, pero Dante se empeña en meter la pata dentro.
70. Tu perro decidirá cuándo es hora de parar.
Spoiler: no siempre coincide con tus planes.
71. Encontrar sitios dog-friendly a veces es un reto.
Más en verano.
72. Las toallas para secar perros mojados nunca son suficientes.
Siempre necesitas otra más.
73. Si tu perro se pone malo, cambia TODO el viaje.
Prioridades absolutas.
Logística e imprevistos, verdades incómodas de la vanlife con las que no contabas
Gestión del espacio en la camper
74. Mantener el orden en la furgo es un trabajo diario.
El caos acecha a cada curva.
75. Guardar la compra en un espacio mini es un Tetris profesional.
Y siempre aplastas el pan.
76. Cargar agua se convierte en una obsesión.
Nunca hay suficiente.
77. No siempre hay dónde tirar la basura y más si te gusta meterte en mitad de la naturaleza.
Sí, a veces acabas viajando con una nueva compañera de furgo, la bosla de basura. (Encontramos super solución)
78. Los armarios nunca tienen la forma ideal.
Siempre sobra algo que no encaja.
79. No siempre encontrarás sombra para aparcar.
Y tu furgo se convierte en un horno.
80. Los insectos se cuelan aunque cierres todo.
Son ninjas del mundo camper.
81. Lavar platos con poca agua es deporte olímpico.
Y perfeccionarás la técnica.
82. A veces aparcarás en sitios “reguleros” por pura necesidad.
Y dormirás con un ojo abierto.
83. Cuando termines el viaje y abrás un armario SIEMPRE te dará algo en la cabeza
¡Esquívalo!
84. Siempre verás a un Vanlifer con moratones y chichones
No está siendo maltratado, esta sobreviviendo a su furgoneta
85. Aparcar nivelado es un arte.
Y sí, dormir en cuesta se nota.
Climas extremos, verdades incómodas de la vanlife más complicadas
86. En verano, dormirás con todo abierto… y aún así hará calor.
El ventilador se convertirá en tu mejor amigo.
87. En verano te despertarás sudando.
Da igual a qué hora te acuestes, no importa lo que hagas, o tienes aire acondicionado o prepárate.
88. Buscarás sombra como si fuera oro… pero necesitarás el sol como el agua para vivir.
Dilema diario: sombra para no cocerte, sol para cargar las placas.
89. La calefacción a veces no es suficiente.
Especialmente en alta montaña.
90. El viento moverá tu furgo en la noche.
Y sí, es inquietante.
91. Las tormentas suenan el doble en una furgo.
Prepara tapones para los oídos.
92. El granizo será tu nuevo enemigo.
Temerás por claraboyas, placa y parabrisas.
93. Te acostarás con 25º y amanecerás con 5º.
¡Sorpresa térmica!
94. El viento lateral en carretera te hace sudar más que el sol.
Nivel: manos en tensión en el volante, espalda rigida, ojos contracturados.
Miedos y paranoias camper
95. El primer ruido raro por la noche te parecerá un ladrón.
Spoiler: era una rama.
96. Buscarás señales de “prohibido pernoctar” con lupa.
Y dudarás incluso cuando no las haya. Pasará la Guardia Civil y te creerás una especie de prófugo de la justicia.
97. Aparcarás, y luego pasarás media hora pensando “¿será seguro?”.
Y sí, acabarás moviendo la furgo.
98. En áreas de servicio dormirás con mil alarmas mentales.
Aunque sea perfectamente legal.
99. Las ventanas nunca parecen lo bastante opacas.
Y pensarás que todo el mundo te ve.
100. Si alguien se para cerca por la noche, no pegarás ojo.
Paranoia camper en estado puro.
¿Qué motiva a tanta gente a elegir la vanlife pese a sus inconvenientes?
A pesar de todas estas verdades incómodas de la vanlife, cada vez más personas se lanzan a esta forma de vida. ¿Por qué? Porque la sensación de libertad, de poder despertar cada día en un lugar diferente, de vivir con menos pero sentir más… es difícil de explicar. La vanlife te conecta con la naturaleza, te enseña a valorar lo esencial y te permite diseñar tu propio ritmo de vida. Y sí, hay incomodidades, pero para muchos, las ventajas superan con creces los pequeños dramas del día a día.
Si has llegado hasta aquí… ¡enhorabuena! Eres un auténtico superviviente de la vanlife.
Y ahora que conoces las verdades incómodas… ¿seguirías eligiendo esta vida?
¿A quién NO le recomendaríamos la vida en furgo?
Si eres una persona que necesita estabilidad, comodidad continua, rutinas muy fijas o mucho espacio personal… es posible que la vanlife no sea para ti. Tampoco es ideal si no te gustan los imprevistos ni los cambios constantes, o si no llevas bien el hecho de adaptarte a condiciones a veces incómodas. Como hemos visto en estas verdades incómodas de la vanlife, este estilo de vida es tan real como imprevisible. Y no pasa nada: no es para todo el mundo. Lo importante es conocer bien sus luces y sus sombras antes de lanzarse.
¿Y tú?¿Por cuantas de estas verdades incómodas de la vanlife has pasado?
Seguro que tienes alguna más para añadir a la lista… ¡déjanos tu comentario abajo y comparte este post con tus amigos vanlifers! Porque sí: la vanlife es maravillosa. Pero como todo en la vida, tiene sus luces… ¡y sus sombras!
Preguntas frecuentes sobre verdades incómodas de la vanlife
¿Qué no te cuentan de la vida en furgoneta (vanlife)? En redes sociales solemos ver solo la parte bonita de la vanlife: paisajes, libertad, desconexión… Pero hay muchas realidades que no se muestran: problemas de espacio, averías, gestión de recursos (agua, luz), convivencia en pocos metros, incomodidades diarias, burocracia, soledad… De ahí surgió este artículo con 100 verdades incómodas de la vanlife, para mostrar esa otra cara que también forma parte de la experiencia.
¿Qué problemas son más habituales al vivir viajando en furgo? Algunos de los problemas más comunes son: averías mecánicas, roturas en la camperización, gestión limitada de agua y electricidad, dificultades para encontrar aparcamiento o pernocta, limitaciones en la higiene, gastos imprevistos, soledad, falta de espacio personal, y la constante necesidad de planificación. No es una vida “de vacaciones”, sino una adaptación continua a todo tipo de imprevistos.
¿Cómo se gestiona la higiene y el baño en una camper? Depende del tipo de camperización, pero lo más habitual es contar con un baño seco (WC sin agua) y una ducha con depósito de agua caliente (o exterior en verano). También se usan recursos como duchas en gimnasios, áreas de autocaravanas o gasolineras. La higiene se adapta mucho: toallitas, lavarse en lavabos públicos o ríos, gestionar bien el consumo de agua… ¡La creatividad se convierte en tu aliada!
¿Qué dificultades tiene la convivencia en pareja en tan poco espacio? La convivencia en pocos metros cuadrados intensifica todo: tanto lo bueno como lo malo. Los roces por temas cotidianos son más frecuentes (orden, limpieza, turnos para trabajar o ducharse), y la falta de espacio personal puede generar tensión. Es fundamental una buena comunicación, establecer rutinas y respetar los momentos de desconexión individual. Pero también es una oportunidad para crecer como pareja y conocerse mucho mejor.
¿Qué se hace cuando se acaba el agua o la electricidad en la furgoneta? Cuando te quedas sin agua, toca buscar un punto de llenado: áreas de autocaravanas, gasolineras, campings o incluso fuentes públicas. Sin electricidad, si no llevas baterías suficientes o placas solares, tendrás que buscar un enchufe para cargar o moverte para recargar con el alternador. Son situaciones que te enseñan a planificar y controlar bien el consumo diario para evitar quedarte “tirado”.
¿Cuáles son los gastos reales de vivir en una camper? Los gastos reales varían mucho según el estilo de viaje y el tipo de vehículo. Aparte del combustible (que suele ser el mayor gasto), hay que contar con: seguros, mantenimiento y averías, amortización de la camperización, áreas de pernocta o campings, alimentación, suscripciones (apps de parkings, por ejemplo), y posibles imprevistos. Aunque mucha gente piensa que
2 comentarios
Tal cual chicos, pero seguimos eligiéndola 😍
Siiii totalmente, nosotros tampoco lo cambiamos por nada 😜